Para la travesía
Durante toda la semana le había rondado en la cabeza las palabras de Horacio el día de su cumpleaños, y todo lo que vivieron, lo que bebieron y lo que gritaron aquella noche. Como un par de adolescentes conjuraron a la luna, dejaron marchar a todos los demonios, quemaron el pijama y se enfrentaron a la noche de una ciudad que hacía tiempo que les resultaba ajena.