Existe en Nueva York un rascacielos que atesora en su interior la casa del futuro. Una con un tobogán en acero pulido que conecta sus cuatro plantas, y que, en sintonía con sus espacios cuajados de lucernarios, materiales con acabados pulidos, una estética limpia y aséptica, y un contrapunto de naranja trasladan a quien lo observa al sueño de un siglo XXI pleno de naves espaciales.
Hay un restaurante boutique en la intrincada Fez que ensalza, desde la pureza de sus materiales y sus acabados, la artesanía tradicional marroquí y que se convierte en un auténtico oasis al que acudir a desconectar tras el bullicio de unas de las ciudades más laberínticas del mundo.
Hay comedores tan bien decorados y con tan poco presupuesto que incitan a la charla y a convertirse en un convidado de piedra candidato a quedarse para siempre en esas casas. Hay apuestas que se lo juegan todo al siempre maravilloso suelo de baldosas hidráulicas y hay casas blancas en las que con cuatro toques de color el impacto visual multiplica por mil la puesta en escena de cada elemento.
Esto, y otros trucos que no cuento, lo he aprendido en Meu Canto, el blog de interiorismo y decoración de Rocío Esquilas, un espacio donde todas las cosas bonitas tienen cabida. Donde en un tono directo y cercano, Rocío recopila cada semana todo aquello que merece la pena compartir un espacio como este.
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No te pierdas el vídeo del Sky House que esta semana nos ha propuesto Rocío